La RAPE Región Central es un esquema asociativo de escala regional, conformado por Bogotá D.C. y los departamentos de Cundinamarca, Boyacá, Meta y Tolima, en virtud de lo dispuesto en los artículos 306 y 325 de la Constitución Política y la Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial (Ley 1454 de 2011). En donde su objetivo es promover el desarrollo económico y social.
Esta plataforma de desarrollo regional es de largo aliento, su duración está prevista por lo menos para los próximos tres periodos político-administrativos (12 años). Busca abordar problemáticas y retos que superan las jurisdicciones de los gobiernos locales, contando con personería jurídica, autonomía administrativa1 y patrimonio propio, así mismo, su finalidad está orientada al desarrollo regional, la inversión y la competitividad de su territorio.
Adelantar una planeación estratégica del territorio, en aras de aliviar la presión demográfica sobre las capitales y los principales núcleos urbanos de la región.
Mejorar la capacidad de negociación de sus asociados en el concierto nacional, mediante la estructuración y ejecución de proyectos conjuntos.
Potenciar las ventajas y factores de competitividad que hacen de este territorio, el motor económico de Colombia, a su vez, alcanzar mejoras sustanciales en el desarrollo humano y el bienestar de sus habitantes, buscando con ello, superar las brechas regionales y proyectar el territorio en el concierto internacional.
Afianzar la descentralización política y administrativa.
Hacer frente de manera conjunta a aquellas dinámicas y problemáticas que superan las capacidades individuales de las entidades territoriales de forma coherente, coordinada, eficiente, equitativa y sostenible.
Constituir fondos de inversión, empresas regionales y agencias de desarrollo encargadas de la gestión, financiación y ejecución de proyectos de interés regional.
Asociarse con entidades del sector privado o productivo, con el fin de generar alianzas estratégicas para la financiación de proyectos de interés regional y contribuir a la competitividad y productividad del territorio.
Potenciar las particularidades regionales como elemento creador de identidad y diferenciación en un mundo global que homogeniza.